La ocasión para la inauguración del proyecto es la proximidad de la mayor fiesta de todos los mineros, es decir, Santa Bárbara.
– El objetivo fundamental del nuevo programa de voluntariado de KGHM es acercar a los alumnos de centros de educación primaria la figura de Jan Wyżykowski. Las actividades especiales se han programado ante todo en los centros cuyo patrón es este eminente científico, gracias al cual la Cuenca Cuprífera y KGHM son unos lugares excepcionales en el mapa de Polonia y del mundo – declaró Sylwia Jurgiel, portavoz de KGHM Polska Miedź S.A.
Una de las primeras lecciones con participación de voluntarios de KGHM tuvo lugar a mediados de noviembre en un centro de educación primaria de Siedlce. La siguiente en el colegio n.º 8 de Lubin, al que precisamente se le puso hace 20 años el nombre de Jan Wyżykowski. Fue el primer centro de la Cuenca Cuprífera que recibió su nombre. En el acto participó entonces Kazimiera Wyżykowska, esposa del descubridor, y su estrecho colaborador Andrzej Rydzewski. En total participarán en las actividades hasta 1500 preescolares y alumnos de los cursos 3-8 de colegios de la Cuenca Cuprífera.
Durante los encuentros los niños conocen la vida de Jan Wyżykowski, contada de forma interesante por los voluntarios. Una de las atracciones es la posibilidad de ver el certificado escolar original del famoso geólogo. Seguro que no sorprenderá a nadie el que Jan Wyżykowski tuviera muy buenas notas.
– Estoy vinculado con KGHM desde hace casi 40 años y sé perfectamente la gran influencia que tuvo sobre nuestra región el descubrimiento de los yacimientos. He decidido compartir mis conocimientos con los más jóvenes y transmitirles en forma de juego cuanto pueda sobre el descubrimiento del cobre y la actividad actual de KGHM. Es un método realista, un compendio de conocimientos para los más jóvenes sobre la actividad de Jan Wyżykowski – declaró Jan Demczak, impulsor del programa y voluntario de KGHM.
El fondo de las actividades es también un relato sobre la Cuenca Cuprífera y los cambios que acontecieron tras el descubrimiento de los yacimientos de cobre. Para involucrar a los niños en esta historia en el aula «se siembran árboles». A continuación, con ayuda de equipos de perforación realizados por los voluntarios, tienen lugar simbólicos sondeos de prueba y los niños reciben indicaciones sobre la dirección en la que deberían buscar el yacimiento. Tras varios intentos los niños encuentran el mineral de cobre. En ese lugar se construye una torre con bloques y los niños van a unos puestos en los que se ponen delantales, parecidos al que llevaba Jan Wyżykowski, y reciben accesorios: tamices, lupas, probetas para cribar el material.
Durante los talleres los voluntarios de KGHM destacan el compromiso de la sociedad con el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente. Los niños plantan árboles alrededor del pozo ficticio, se colocan colmenas y también se montan filtros en las chimeneas. Es una combinación del pasado y el presente y una forma de hacer conscientes a los alumnos de la importancia del descubrimiento de Jan Wyżykowski, además de mostrar las acciones en favor de la ecología de KGHM.